Los extintores de polvo también conocidos como ABC son uno de los más comunes y conocidos. Esto se debe a su capacidad para hacer frente a incendios con diferentes orígenes. Este modelo te resultará muy familiar puesto que se encuentra presente en edificios, viviendas y locales comerciales gracias a su versatilidad y eficiencia frente a cualquier conato de incendio que pueda darse en estos lugares.
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¿Cómo son los extintores de polvo?
Lo primero es entender de que se trata este elemento. En el interior de este cilindro de color rojo se esconde un polvo químico que es una mezcla de fosfato monoamónico (72 %) y sales pulverizadas (25 %). Al esparcirlo permite romper el triángulo del fuego aislando el combustible del oxígeno y reduciendo el calor. Gracias a ello sofoca el incendio de manera eficiente. El agente extintor presente en los modelos de polvo es una sustancia pegajosa y de carácter corrosivo. Esto implica que tras su uso debe limpiarse la zona de manera adecuada para evitar daños.
La eficiencia del agente extintor y su falta de toxicidad lo ha convertido en un modelo muy extendido. Tiene presencia en comunidades de propietarios, garajes, locales comerciales u hogares particulares entre otros. Es importante resaltar que aunque no afecte a la salud puede dificultar la respiración si se emplea en lugares pequeños o cerrados.
Vida útil del extintor
Su vida útil se prolonga hasta los 20 años, pero debe superar las diferentes revisiones a las que debe someterse de manera periódica. Esta implica una revisión ocular cada tres meses para comprobar la presión. Una trimestral para la revisión de los componentes técnicos. Otra anual y completa de todo el conjunto. Y, por último, un retimbrado cada cinco años que consiste en una prueba hidrostática para asegurar su correcto funcionamiento.
Ubicación de los extintores de polvo
A la hora de instalar los extintores de polvo es importante que cumplan la normativa técnica. Esto implica que debe colocarse en un lugar que le dé visibilidad y sea de fácil acceso. En cuanto a la altura, se situará entre los 80 y los 120 cm sobre el suelo y no habrá más de 15 metros de distancia entre uno y otro.
¿Por qué se le llama extintor ABC?
En cuanto al sobrenombre de este modelo de extintores de polvo (ABC) hace referencia al tipo de fuegos que tiene capacidad de apagar. Por un lado, encontramos los conocidos como A o fuegos secos, se trata de aquellos cuyo combustible es sólido, por ejemplo madera. En cuanto a la B, son los que cuentan con un combustible de tipo líquido como la gasolina. Por último, la C son aquellos en los que un gas es causante del incendio como el butano.
Como podemos comprobar este modelo se adapta a los principales incendios que pueden darse de una manera más habitual. Solo quedan excluidos los de tipo D que son consecuencia de metales inflamables. Por lo tanto, se pueden usar en incendios que se provocan en aparatos eléctricos sin ningún inconveniente. En este caso, es importante resaltar que pueden dañar el equipo de manera irreversible. Al ser una sustancia pegajosa y corrosiva puede fluir hacia el interior acabando con alguno de los componentes del equipo. Por ello, en muchas ocasiones se cuenta con un modelo de CO2 en zonas como los cuartos de contadores, servidores o cuadros eléctricos.
Los modelos de extintores de polvo son los más conocidos y los que cuentan con mayor presencia en zonas de uso común. Gracias a su agente extintor permiten apagar incendios de las tres clases de fuego más habituales (A, B y C) de manera rápida y eficiente. En caso de tener que emplearlos es importante atacar siempre la base del fuego y no usarlos nunca sobre una persona en llamas, ya que agravará la situación. Conocer este modelo y saber como usarlo puede ayudarnos a sofocar una emergencia.
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